
Esta disertación ya fue expuesta
por su autora con ocasión del encuentro
"100 años viviendo juntos" que la comunidad hindú celebró hace
algunos años, en atención al centenario de la llegada de estas personas de
origen asiático a nuestras ciudades norteafricanas de Ceuta, Melilla y a
nuestras islas Canarias.
Empezó señalando la dificultad de
la carencia de datos estadístico-económicos formales acerca de las actividades
económicas de esta singular comunidad, pese a que el primer bazar hindú se
abrió en Ceuta en una fecha tan lejana en el tiempo como 1890. Insistió en que
la gran mayoría de hindúes presentes en Ceuta tanto en el pasado como todavía
en la actualidad pertenecen a la etnia sindhi, originaria de la región Sindh,
ubicada en lo que hoy día es Pakistán. Enfatizó el hecho de que esta etnia, una
de las que forman la gran diversidad, el gran conglomerado que en la actualidad
es la Unión India, se caracterizan por una inclinación muy marcada hacia la
actividad comercial en una versión que podríamos calificar de transfronteriza,
es decir, una comunidad que se adelantó en el tiempo en la comprensión y
aplicación del concepto de "aldea global" hoy en día tan actual. Existen por lo tanto sindhis en más de 100
países, formando una red comercial y social que trasciende fronteras. Imbuidos de un fuerte espíritu comunitario,
poseen una confianza generalizada entre ellos mismos que les permite disfrutar
de un gran poder económico-comercial basado ni más ni menos que en el factor
esencial de toda relación comercial, que es la confianza, sin la que, al menos
en cotas mínimas, es imposible en la práctica ninguna clase de negocio
relevante. Son una comunidad adelantada en el tiempo a la era del comercio por
internet, la quintaesencia de la referida aldea global, que ellos, a su manera
y pese a los limitadísimos medios con que se contaba antes, ya ponían en
práctica desde hace mas de cien años.
Explicó las razones históricas
por las que su etnia hubo de abandonar sus asentamientos milenarios a raíz de
la partición de la India Británica, allá por el año 1947, en dos estados, el
actual Pakistán, de confesión islámica, y la Unión India, de confesión
hinduísta, separación sangrienta acompañada de inusitada violencia, tal como se
narra de manera realista en la famosa novela de Dominique Lapierre y Larry
Collins "Y mañana, la libertad".
Las referidas circunstancia históricas propiciaron un gran éxodo, una
gran diáspora de esta etnia, una de las que conforman el gran mosaico de la
realidad hindú. Pero, insiste Sony Lalwani, dicha circunstancia histórica no
explica por sí misma la existencia de sindhis por todos los rincones del
planeta, si no se parte de la realidad de un pueblo acostumbrado a buscarse las
habichuelas fuera y lejos incluso de su pueblo o aldea, de un colectivo dotado
de especiales habilidades para adaptarse a vivir en lugares remotos, de
comprender y asimilar costumbres y reglas locales doquiera pudieran poner su
planta, que redunda es que es raro un centro de actividad comercial donde no
exista un sindhi establecido con su bazar tradicional, si tal actividad resulta
todavía rentable, porque siempre se adelantan a las exigencias de los tiempos,
adaptándose a las mismas, y cambiando de negocio consecuentemente.
El término de la intervención de Sony Lalwani fue
acogido con nutridos aplausos, tras los que el
presidente de la Yeza agradeció la amable presencia de la
conferenciante, su desplazamiento desde Ceuta y le hizo entrega del icono de la
asociación, tras lo cual firmó la
invitada en el libro de honor de la Casa.