Este
es, dicho de forma clara y breve, el tema de la interesante conferencia
pronunciada este viernes dieciocho de octubre en la Casa de Ceuta en Cádiz, en
la quinta jornada de su XIX Semana Cultural, por el inspector veterinario de la
Ciudad Autónoma Ceuta Don Carlos García de los Ríos Loshuertos, aunque el
título completo era "Peces y Pescados de Ceuta. Biología, Comercialización
y Control Sanitario".
Comenzó el acto con la presentación
del conferenciante por parte del presidente De la Yeza, que comenzó
estableciendo que este ceutí es veterinario por la Facultad del ramo de
Córdoba, aunque casi toda la carrera la cursó en la Facultad de León. Su misión principal es la inspección rigurosa
de todo el pescado procedente de Marruecos (el mejor pescado fresco que entra
en Ceuta), partida por partida.
El orador comenzó señalando la
diferencia que existe en español entre peces y pescados, que aunque es
generalmente conocida sin embargo no existe en otros idiomas como el inglés o
el francés. Aclaró que se iba a centrar en el pescado, dejando el marisco, que
solo mencionó de pasada, para otra ocasión con objeto de no alargar demasiado
su intervención. Señaló que todos los bivalvos que entran en Ceuta proceden de
la península (donde se controlan perfectamente), dada la peligrosidad que estos
moluscos presentan para la salud humana, que no se puede conjurar con una
simple inspección a su llegada, como bien se puede hacer con el pescado.
Recientemente
ha publicado un libro sobre el particular, en el que describe hasta 194
especies del pescado que podríamos llamar ceutí, de entre las no menos de 200
existentes de la misma filiación. Excluye con ello aquellas otras especies
comercializadas a través de las cadenas de supermercados, como el bacalao o el
salmón.
Siguió estableciendo una primera
clasificación: pescados de alto valor comercial (lenguado, urta o hurta, mero,
voraz o besugo de la pinta), pescados que podríamos llamar populares (fanecas,
besugos, boquerones, sardinas) y por último la morralla, de escaso o nulo valor
comercial (pez araña, músico o trompetero, caballito de mar, chavico.
Por otro lado, señaló los llamados
tropicales como el cirujano, el mariposa, el papagayo, el pez loro, la salema
(también llamado dreamfish por sus efectos
psicodélicos, o cagona). Sobre éste último resaltó que todos los peces
que se alimentan exclusivamente de algas no son buenos para el consumo y en
este caso concreto, su carne produce alucinaciones.
Se detuvo en el caso de las
caballas, pez icónico de nuestra ciudad, diciendo que existen dos variedades, el scomber colías y el
scomber scombrus, siendo la primera la típica de Ceuta, pero que la segunda es
la demandada para la exportación, especialmente al resto de Europa. Señaló también los peces de almadraba (del
árabe : lugar donde se golpea) como el bonito o la bacoreta.
Habló también del anisaki, diciendo
que son los boquerones los causantes del 70 al 75% de los casos de enfermedad
de ese origen, pero que no se pueden decomisar en la inspección porque no se
pueden abrir, y que es necesario congelarlos al menos durante cuarenta y ocho
horas (a -18 º C). Explicó que los chanquetes están excluidos de su captura no
por protegerlos sino porque en las artes usadas en su pesca quedan atrapados
alevines de otras especies, que son las que se deben proteger (los chanquetes
cuando se capturan ya se han reproducido, por lo que sería posible capturarlos
si no fuera por lo indicado). Se detuvo ampliamente en el caso de los
tiburones, relacionando por orden de importancia el marrajo(poseedor de la
cualidad "rete mirabile", como otras especies, como la siguiente), el
pez zorro(o el azotador), el cazón, quizá el más apreciado, y por último la
tintorera(tiburón azul), también llamado
caella y "meona".
Después
comentó el problema del mercurio, que se acumula en aquellos peces de vida
relativamente larga (en forma de metilmercurio) como el atún, pez espada, etc,
aunque señaló que el té y el café tienden a disminuir los niveles de este
elemento en los seres humanos.Terminó
advirtiendo del peligro de consumir salmón ahumado más allá de la fecha de
caducidad, por el riesgo de listeriosis.
Finalizada
su intervención, que realmente interesó mucho a los presentes, que aplaudieron
al conferenciante, el presidente le hizo entrega de un obsequio como recuerdo
de su paso por la Semana Cultural, haciéndole firmar en el libro de honor de la
Casa.