El pasado viernes día 11 de marzo,
formando parte del Aula de Cultura de la
Casa de Ceuta en Cádiz, ha pronunciado el Ilmo. Sr. D. Fernando Caballero
Echevarría, coronel de artillería Jefe
del Centro de Formación de Tropas nº 2 (CEFOT-2), la conferencia que lleva por
título el del epígrafe, completado con el de "Expediciones españolas en el
siglo XIX".
Entre los invitados al acto
figuraban el Subdelegado el Gobierno en Cádiz, el Presidente de la Diputación
de esta misma provincia, el Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil
de Cádiz y la diputada nacional Felicidad Rodríguez Sánchez así como otros,
socios y simpatizantes que completaron el aforo, resultando llena la sala de
conferencias de la sede.
Como es obligado, hizo la
presentación del conferenciante el presidente De la Yeza, del que desgranó un
largo currículo. Es Caballero Echevarría, amén de titular del empleo antes
mencionado, doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, lo que
le ha permitido, por decirlo así, ahondar en las actuaciones históricas de
España en África, y especialmente en el Magreb, escogiendo algunos retazos de
sus conocimientos en la materia para componer la conferencia a que nos
referimos. De familia de militares, aunque nacido en Madrid, prestó sus
servicios en Melilla como teniente y capitán. Actualmente también es Comandante
Militar de Cádiz y Gobernador Militar del Campo de Gibraltar y ha recorrido el
Rif ocho veces.

Comenzó su disertación rindiendo
homenaje a esos exploradores y a esos africanistas que, siguiendo el ejemplo de
nuestros conquistadores del Nuevo Mundo de siglos anteriores, entregaron sus
vidas a la causa de la grandeza de España y a su expansión por el continente
negro. Poco conocidos y menos reconocidos, su sacrificio no obtuvo los frutos
que, probablemente hubiera alcanzado de pertenecer a otras naciones más
agradecidas con sus hijos y, sobre todo, con políticas exteriores más acordes
con los intereses nacionales y llevadas a cabo por gobiernos más fuertes y más
responsables que aquellos que tuvo que soportar la España del XIX y primer
tercio del XX. Dividió la acción de España en África en dos etapas : la
anterior al descubrimiento de América y la que siguió a la pérdida de las
colonias continentales americanas, y cuya razón fundamental era la
incompatibilidad de la expansión simultánea de España en dos continentes
distintos y lejanos como son África y América. Recalcó como, a raíz de las
fases finales de la Reconquista y durante la etapa de los Austrias, España
estableció un cordón defensivo en todo el norte de África, desde Tánger hasta
Trípoli, que después se fue retrotrayendo, básicamente por el empuje otomano,
hasta quedar reducido a Melilla, Ceuta y los Peñones, pero que el desastre de
1898 hizo que la atención de los gobiernos españoles, aun de forma errática y
vacilante, se enfocara hacia Marruecos, como un proceso de catarsis y de
proyección de las energías nacionales, y quizás recordando el testamento de
Isabel la Católica que instaba a no abandonar la empresa africana.

Hizo una breve síntesis de los
acontecimientos históricos más relevantes que han caracterizado las relaciones
entre España y África, haciendo mención, entre otros hechos, del tratado
hispano-luso de 1778 sobre Guinea-Rio Muni, del plan de Godoy ya en el XIX para
derrocar al sultán de Marruecos y las actividades de Domingo Badía ("Alí
Bey"), de la ocupación de la isla guineana de Fernando Poo en 1827, del
renacimiento de un africanismo cultural tras la muerte de Fernando VII, de la
ocupación de las Chafarinas en 1844, de los fracasados esfuerzos de Sáenz de
Urraca para alcanzar un tratado sobre el Sáhara por encargo de Isabel II, de la
guerra de África 1859-60, última "guerra romántica" llevada a cabo
por España y el tratado de Wad-Ras que la finiquitó, por el que, entre otras
ventajas, se obtuvo Santa Cruz de la Mar Pequeña, en el Sáhara. Mención
explícita de personajes como Francisco Merry Colom, conde de Benomar, de Joaquín
Gatell y Foch ("Caíd Ismail")que sirvió en el ejército del sultán,
del "Moro Vizcaíno"(El Hach Mohamed Bagdali, o también José Mª de
Murga y Murgategui), de Fernández Duro y su expedición a Santa Cruz en 1877,
que la Restauración de Cánovas impulsó como parte de su acción política y como,
a finales del XIX y principios del XX, la pésima negociación llevada a cabo con
Francia redujo los territorios reconocidos a España a una pequeña parte de lo
inicialmente establecido.
El final de la breve pero intensa
intervención del conferenciante fue acogida con grandes aplausos por los
asistentes, que siguieron con gran interés las explicaciones de Caballero
Echevarría sobre mapas y
gráficos. El presidente le agradeció su intervención en el aula de
Cultura y le entregó como a todos los conferenciantes en recuerdo de esa noche,
el anagrama representado en la tacita de plata y el escudo Autonómico de la
Ciudad de Ceuta en su interior. Tras la firma en el libro de honor de las
personalidades y visitantes, tanto éstas como el resto de los asistentes fueron
agasajados con una copa de vino español.