
Una
andadura que nos fue francamente fácil, ya que en una reunión previa en un bar
de la avenida gaditana (Cafetería Manila) hizo que algunos de los congregados
expusiéramos cual era la intención, quedando plasmadas unas primeras bases para
plantearlas más tarde en una Asamblea de Fundación para dar conocimiento a
todos los que asistieron y que se enteraron por el boca a boca.

Se
formó la primera directiva eligiendo como presidente al que actualmente y tras
estos veinte años la sigue ostentando, ya que nunca nadie en las diversas
asambleas de elección de presidente que hemos convocado nadie se presentó,
pudiera ser por no querer compromisos o porque De la Yeza fuera la persona que
desde el inicio, realizó todas las gestiones y tenía muchos conocimientos
personales en Ceuta, pues su salida de la ciudad fue tardía con respecto a
otros. Eso sí, directivos han pasado varios a la renovación de cargos, por no
desear continuar o bien por motivos personales y atender a otros menesteres.

Estos cuatro lustros que hemos vencido y
haciendo examen de conciencia, podemos destacar que nos sentimos muy orgullosos
del camino labrado y el haber cumplido fielmente con lo propuesto al inicio de
nuestra constitución o fundación, llegando en estas fechas al frenazo en seco
que nos ha pegado la pandemia del Covid-19 y el confinamiento mantenido durante
algo más de dos meses, así como las restricciones actuales al no poder
desarrollar las actividades, dada la poca capacidad y el poco espacio que nos
obligan a mantenernos dispersos en nuestros salones.
También en estos años con referencia a los
socios, hemos llegado a alcanzar numéricamente la cantidad de 380 miembros, de
los que en el camino se han ido quedando más de una treintena por
fallecimiento, otros por su elevada edad al no residir en la capital y otros por
razones personales y de diferentes índoles.
Los
que han dejado de pertenecer a este grupo de caballas, algunos amigos y
simpatizantes, los que actualmente permanecemos activos, les estamos agradecidos,
ya que colaboraron a que se pudiera llegar a este año de 2020, y mantengamos la
ilusión de seguir y continuar dando a conocer las grandezas del pueblo ceutí.
Deseamos
continuar con la ayuda de nuestra Ciudad Ceuta a través de la subvención que
nos tiene destinada cada año, ya que sin la misma, sería imposible nuestro
mantenimiento como es el caso de este año, en el que nos han considerado con
una cantidad base para que no tuviéramos que cerrar, lo cual agradecemos la
deferencia que han tenido para con sus paisanos caballas de la diáspora y para
esta su Casa de Ceuta en Cádiz.
Estimados
socios y amigos, continuemos diciendo con orgullo “La Casa de Ceuta continua viva en Cádiz”.