martes, 10 de agosto de 2010

VISITA A CEUTA EN FIESTAS PATRONALES



Como cada año desde hace varios, hemos vuelto a Ceuta en Fiestas Patronales, concretamente los días 4, 5 y 6 de agosto, para asistir a las ceremonias en honor de nuestra Excelsa Patrona la Santísima Virgen de África, en particular la ofrenda de flores, la procesión y el besamanos, celebrados sucesivamente los tres días citados mas arriba. Unas cuarenta personas de nuestra Casa que nos hemos congregado para esta peregrinación anual en homenaje y agradecimiento a nuestra Patrona, de la que siempre pedimos su protección para sortear los escollos que la vida presenta.
Tras el madrugón necesario para poder estar en la Ciudad Autónoma a una hora razonable, acomodación de personas y equipajes en el autobús contratado al efecto, recogida del contingente que reside en San Fernando y proa hacia Medina para enlazar en sus inmediaciones con la autovía Jerez-Los Barrios, el camino mas cómodo hoy día para llegar a Algeciras. Un desayuno rápido en la Estación Marítima y embarque en el catamarán. Tras la llegada al muelle Cañonero Dato, traslado al hotel “Muralla” como viene siendo habitual en nuestras estancias en nuestra patria chica. Abandono momentáneo de las engorrosas maletas, fundas de trajes y demás incordios y entrada en el Ayuntamiento para la recepción ofrecida por el Presidente Vivas a las Casas Regionales con motivo de las Fiestas (este año sin copa de vino español por los consabidos recortes presupuestarios). Fotos de familia tras los discursos y salida del edificio rumbo a alguno de los diversos santuarios culinarios que la ciudad ofrece a indígenas y foráneos donde se pueden saborear esos platos de pescado de inmejorable calidad que ya han hecho famosa a la localidad. Relax en el hotel para reducir el cansancio del viaje más que para ayudar a la digestión, que nunca es difícil con el pescado.
A la caída de la tarde, cita en la Plaza de África, puerta principal del Ayuntamiento, para dirigirnos en comitiva a ofrecer nuestras flores, muestra de nuestra devoción, a la Patrona. Numerosa la representación de nuestra Casa en comparación con las demás Regionales, en esta ocasión en especial. Cesta de flores portada por una socia ataviada de piconera gaditana y otra con el traje típico ceutí, simbolizando el hermanamiento entre las dos ciudades y nuestra doble condición de ceutíes de Cádiz. Tras el emocionante acto y foto de familia en la plataforma levantada en la puerta de la Basílica, vuelta al hotel, donde este año tuvimos la cena de hermandad, disfrutando del césped que rodea la piscina y de los pinchitos morunos con los que saciamos nuestro apetito así como nuestros deseos de saborearlos allí, en nuestra tierra. Una vez terminada la cena, y con la sana intención de facilitar la digestión, visita al real de la feria, notable recinto carente del polvo que caracteriza a la generalidad de estos lugares de festejo. Paseíto y saludos a los conocidos allí encontrados, visita a alguna caseta donde ensayar los pases de baile propios de la ocasión. Olor a pata de pulpo asada, algo consustancial a la feria de Ceuta y que no se encuentra en otras localidades. Vuelta al hotel para dar descanso a nuestros baqueteados pero felices huesos.
El día siguiente, felicitación a las Áfris y/o Friquis en su onomástica, “tour” turístico en el ómnibus correspondiente por los rincones mas típicos de la ciudad y visita a la playa de algunos socios ansiosos de mojarnos en las aguas caballas y volver a experimentar esa sensación, nunca olvidada, de tantos baños disfrutados en nuestras aguas. Tras el agradable remojón, degustación de pescado para aprovechar nuestra estancia también desde el punto de vista gastronómico y poder así (¿por qué no?) facilitar información actualizada al respecto a nuestros convecinos del otro lado del estrecho. Vuelta al hotel a prepararnos para el acto central de nuestra peregrinación: el pontifical y posterior procesión por las calles de la localidad, acompañando a la Patrona. Este año no pudo presidir nuestra representación nuestro querido Silverio por estar convaleciente de su intervención quirúrgica, aunque nos acompañó en el viaje, ocupando su lugar entre los presidentes nuestro “vice”, el amigo Manolo Herrera.
Al día siguiente, besamanos a la Patrona y periplo marítimo en el “Desnarigao” de aquellos que se apuntaron al mismo (en esta ocasión, la embarcación dio la vuelta completa por la bonanza climática). Visita gastronómica para despedirnos “estomacalmente” de la patria chica y vuelta al hotel a recoger los bártulos y embarcar de regreso sin incidentes pese al calor reinante. Hasta la próxima, querida tierra caballa.

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