Siguiendo
el programa de actividades del segundo trimestre, este viernes 12.05.17 la Casa
de Ceuta en Cádiz ha realizado la visita prevista a este nuevo museo que
enriquece el patrimonio cultural de la Isla de León, tan vinculada desde hace
siglos a la Marina de Guerra. El actual museo fue inaugurado por S.M. Felipe VI
en uno de los primeros actos realizados por el monarca desde su coronación.
El
edificio que alberga el museo es la antigua sede de la Capitanía General de la
Zona Marítima del Estrecho, situada en la calle Real de San Fernando, lado Este
de la misma. La reestructuración de la Armada eliminó el mencionado organismo,
pasando la máxima autoridad naval a tener su sede en la base de Rota, donde se
ubica el mando de la Flota encabezado por el almirante jefe de la misma
(ALFLOT), a partir de 2004. No obstante, existe una parte del edificio dedicada
a ser sede del mando de la Infantería de Marina (COMGEN), con su Comandante
General al frente.

Al
entrar en el edificio, lo primero que se ve es un patio cuadrangular de cuyas
paredes cuelgan los retratos al óleo de todos los almirantes que han ejercido
su mando desde esta sede, abarcando los pasados siglos XIX y XX y hasta el
antes referido 2004. Tras este patio se pasa a un hall del que parte una
impresionante escalera en madera noble que conduce al despacho del citado mando
y locales anexos. El suelo está alfombrado con piezas de la Real Fábrica de
Tapices y los muebles son del XIX, como casi todos los del edificio. Las sillas
en cuero repujado. Desde este hall se accede al salón llamado de los tresillos,
que ocupa el patio central del edificio, de cuyas paredes cuelgan retratos de
marinos ilustres. De allí se pasa al Salón Regio, desde cuyo trono, y en
representación del Rey, el almirante de la flota (ALFLOT) preside la
celebración de la Pascua Militar los días seis de enero de cada año: muebles
rococó y madera pintada, dos enormes espejos enfrentados potencian la
iluminación del salón. De allí se pasa al comedor de gala, amplio local con una
enorme mesa para unos cincuenta comensales, todo en manera noble, con armarios
que albergan vajillas de porcelana fina, soperas de plata y con un reloj en
bronce del XIX. Por último, se contempla el salón isabelino, de menores dimensiones
que los anteriores, con dos mesas ovaladas y un piano de 1869 del que solo hay
cinco ejemplares en el mundo. Repartidos a lo largo del edificio hay cuadros
cedidos por el Museo del Prado.

De
esta parte del edificio se pasa al museo naval en sí, empezando por la capilla
dedicada a la Virgen del Carmen, Patrona de la Armada, local hoy desacralizado
aunque presidido por una talla de la referida advocación. Sus paredes laterales
están ocupadas por numerosos ex-votos que los marinos ofrecían a la Patrona en
épocas pasadas. Siguiendo llegamos a una galería donde, entre muchas maqueta de
buques de todas la épocas se puede ver un panel dedicado al ilustre marino Blas
de Lezo, héroe de la defensa de Cartagena de Indias, donde con 3000 hombre y
seis buques se enfrentó y derrotó a una potentísima flota inglesa de 138 navíos
de línea y 28000 hombres, posiblemente la peor derrota de la Royal Navy, que
los británicos ignoran como todo lo que en el pasado les fue adverso (en este
caso por orden real). Se puede ver también una reproducción de un dibujo datado
hace 1500 años donde figuran los barcos más antiguos de la península ibérica. Maquetas
de toda clase de buques, desde las cañoneras de mástil abatible que fueron la
pesadilla primero de ingleses y luego de franceses durante el 1º imperio (Napoleón
I).

También destaca la sala de artillería, donde se exhiben piezas, balas y
granadas de siglos pasados, así como armas ligeras de uso naval, españolas e
inglesas básicamente. La sala de Sanidad de la Armada, donde se observan
aparatos e instrumentos antiguos usados por este Cuerpo que tanto destacó en el
campo de la Medicina, que creó la llamada Escuela de Cirugía de la Armada, con
sede en Cádiz, y que se convirtió en la primera Facultad de Medicina de España(siglo
XIX). En la sala de Infantería de Marina se puede admirar la verdadera imagen
de la Galeona, la que llevó D. Juan de Austria a la batalla de Lepanto,
descubierta por casualidad en un almacén de la Armada. Se ve en otra sala las
maquetas de la flota del Plan Naval de Alfonso XIII, que tras el desastre de
1898 y la pérdida de la flota en Cuba y Filipinas, las leyes Miranda y
Ferrándiz lograron construir los acorazados España I y II y Jaime I y los
cruceros Galicia, Cervera y demás unidades que luego actuaron en ambos bandos
de la guerra civil. El crucero Baleares, hundido por los republicanos en el
Mediterráneo y que se llevó al fondo a muchos naturales de San Fernando.
También hay una zona dedicada a Isaac Peral y su submarino, que hizo con éxito
sus pruebas en 1888 en la Bahía de Cádiz como el primer submarino torpedero del
mundo, aunque la incapacidad habitual en nuestros políticos no supiera sacarle
partido. Otras salas dedicadas a las expediciones marítimas españolas, a la
cartografía (1º mapamundi para navegación del mundo)y las expediciones y
trabajos de los geniales Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que descubrieron el
achatamiento del globo tras la medida del grado de meridiano.
En
definitiva, una visita interesantísima que nadie debería dejar de ver si en
alguna ocasión estuviera por San Fernando, pudiendo aseverar que resultó breve
a pesar de las dos horas que duró su recorrido, acompañados en todo momento por
la guía del museo que ampliamente dio explicaciones de toda la riqueza
histórica que encierra este extraordinario Museo de la Marina Española en la
Isla de León.