jueves, 22 de octubre de 2009

LA EXPLOSION DE CADIZ DE 1947



A las 20,00 horas del miércoles día 21 correspondía celebrar una nueva conferencia dentro de la IX semana cultural y que en esta ocasión estuvo a cargo del escritor e investigador gaditano Don José Antonio Aparicio Florido quien nos dio a conocer las razones más exactas de porque se produjo la explosión de Cádiz del año 47, como tiene plasmado en su libro de reciente edición.
Acompañado de otro investigador y escritor ceutí como es Don Miguel Ángel López Moreno, residente en la zona y socio de nuestra Casa, quien ha colaborado con el autor en la confección de su libro por sus conocimientos de la pólvora al ejercer como químico de la armada española, comenzó en primer lugar el Sr. Aparicio, exponiendo las cantidades, razones y motivos del porque todo ese armamento se encontraba almacenado en las proximidades de San Severiano y mostro documentos algunos de ellos clasificados por la armada, donde se decía la posibilidad de que sucediera una desgracia, como así fue.
Entre los fallecidos y siempre siguiendo sus investigaciones se encontraba un marinero ceutí de 21 años, Juan Palma que precisamente estaba de guardia esa noche fatídica y del que se encontraron restos de su cuerpo irreconocible, siendo enterrado en el cementerio gaditano y sus pertenencias devuelta a sus familiares en Ceuta.
Por su parte el Sr. López Moreno, indico las fases de la producción de la pólvora y sus diferentes cualidades, llegando a la conclusión las que contenían aquellas minas y torpedos por el paso del tiempo se degenerarían y podrían o pudieron explosionar, descartándose la posibilidad de que se tratara de un sabotaje.

1 comentario:

seselandia dijo...

LA CATÁSTROFE DE CÁDIZ
Hechos ocurridos el 18 de agosto de 1947 en Cádiz.
Recordados el día 10 de noviembre de 2009.

Con 20 años viví lo que nosotros llamamos “la Catástrofe de Cádiz”.
Dos días después, el día 20 cumplí 21 años. Lo viví todo desde el cuartel de Instrucción de San Fernando. He dicho viví, pero si no hubiese sido por mi cargo, en el cual conversaba con jefes, oficiales y suboficiales que me permitió oír toda clase de comentarios, no sabría nada más que: “la culpa fue del calor”. Según se decía entonces, explosionaron 380 minas de 500 Kg. de trilita cada una y que había otras 400 a otro nivel más bajo que no llegaron a explosionar. Antes de subirlas a los barcos minadores, lógicamente, se les quitaban los 8 detonadores.
Puedo confirmar que hubo un pacto de silencio.
El artículo escrito “La noche en que Cádiz quiso perder la memoria”, escrito por José Manuel García Bautista y Rafael Cabello es el que más refleja los hechos que yo viví.
No sabía que nadie hubiese investigado sobre los hechos de esa noche. Sólo se lo había contado a mi padre y familiares. En Barcelona la gente no sabía nada de lo que había pasado.
Cuando me licencié muchos conocidos me preguntaban porqué llevaba dos cintas negras en mi uniforme: una era por la muerte de mi hermano y la otra por la catástrofe de Cádiz; sólo unos pocos sabían algo de lo que había pasado.
Lo que considero más importante es el hecho de que durante aquellas fechas se estaba rodando la película Alhucemas (al estilo de Raza), donde se utilizaban como extras a tropas y oficiales de la Marina.
La misma noche de la explosión se organizó una fiesta para celebrar el fin del rodaje de la película a la que asistían marineros del cuartel y otros que al día siguiente debían trasladarse a sus respectivos cuarteles.
La cena estaba prepara y lista para ser servida encima del polvorín que explotó. Unos 70 minutos antes de la explosión, el jefe supremo nos dijo: “¡En veinte minutos tenéis que estar todos en vuestros destinos! ¡No quiero a nadie aquí! ¡Otro día haremos la fiesta!”
Los soldados de otros destacamentos se quejaron pues sabían que no iban a poder disfrutar de la cena en otra fecha. Pero el tono del jefe fue tan apremiante y serio que nadie quiso contradecirle. Se sacaron los servicios del techo del polvorín y se retiró la cena.
Unos 70 minutos después el polvorín estallaba por los aires.
Nunca entendí como nadie se hizo eco de lo sucedido aquella noche.
En aquella época se hablaba de que la explosión tenía algo que ver con las complicadas relaciones de la Marina con Madrid. Me parece recordar que sólo había tres almirantes mayores y un contralmirante tenía grandes dificultades para conseguir el entorchado de vicealmirante. Y en cambio en Madrid se nombraban generales de la nada, y a lo grande. Alguien debería investigar las causas del porqué en aquellas fechas, mandaban veteranos del cuartel a vigilar las playas con subfusiles naranjeros.
Los marineros que aquella noche fuimos a rescatar a los heridos nunca olvidaremos el dolor y el espanto que vivimos.

P.D.:
También me gustaría que se supiera lo que pasó a uno de nuestros compañeros. Murió a causa del rodaje de la película y es muy posible que a sus familiares jamás les dijeran la verdadera razón de su muerte.
El rodaje de la película fue un fracaso. Los protagonistas siempre estaban con miedo. Les costaba bajar del barco y por este motivo se puso una plataforma debajo del agua para que bajaran sin miedo, pero la cosa no mejoró. Nuestro compañero, un teniente de navío muy apreciado por todos, que era un gran deportista y al que llamábamos Tarzán, se tiró al agua para demostrar a los actores que no debían tener miedo, nadie le había dicho que habían puesto la plataforma debajo del agua y se mató. Ojalá su familia llegue a saber la verdad sobre lo sucedido.
Me gustaría saber que datos hay sobre los hechos que yo viví. Mi hija me cede su correo de Internet para recoger sus comentarios.
Muchas gracias.
mgustems@ono.com