jueves, 7 de noviembre de 2013

LA MURALLA REAL-PALIMSESTO DE LA HISTORIA DE CEUTA

Ya el viernes 25 de octubre tuvimos la última conferencia que como su contribución a nuestra decimo tercera Semana Cultural pronunció D. Fernando Villada Paredes, arqueólogo municipal de la Ciudad Autónoma por oposición desde 2001. Este gran amigo de esta Casa no siendo la primera vez que nos ilustra con temas sobre los que ha estado investigando con el éxito que todos conocemos.

Siguen acudiendo los socios y simpatizantes atraídos por lo interesante de los temas presentados que en esta ocasión, el título elegido por el Sr. Villada para su intervención, “Un monumento casi desconocido. La Muralla Real, palimpsesto de la historia de Ceuta”.

Tras este epígrafe un tanto sorprendente yace un mensaje que el autor quiso transmitir a la audiencia, que no es mas que el escaso conocimiento que el gran público tiene acerca de este monumento emblemático, de este icono de Ceuta tan conocido incluso fuera de ésta, lamentable falta de información de este palimpsesto (término con el que se conocen habitualmente los documentos en pergamino reutilizados, normalmente del Medievo, y que esconden textos anteriores a su última utilización) en el que se ocultan 130.000 años de historia de Ceuta, que tan amplio es el periodo abarcado por los restos encontrados en el interior de estas murallas portuguesas (con el término “Muralla Real” nos referimos a las edificaciones defensivas al este del foso navegable, erigidas por Portugal).

La razón por la que tenemos la suerte de disponer de esta verdadera mina arqueológica no es otra que la propia historia de Ceuta junto con la inventiva y sentido común de los ocupantes de la ciudad a lo largo de los tiempos, es decir, que cada pueblo conquistador que tuvo conciencia de la necesidad de construir o reformar una línea defensiva utilizó como base lo preexistente (a partir de la ocupación bizantina que según parece fue la primera en edificar una muralla), reciclando los materiales y utilizando como material de relleno para ampliar el espesor de los lienzos la tierra del foso y de los terrenos próximos, prácticamente sin destruir lo anterior.

La razón de por qué estas murallas portuguesas son renacentistas (las del otro lado del foso son del siglo XVIII y de construcción española) estriba en que fue en el Renacimiento (siglos XV y XVI) cuando la artillería pirobalística, es decir, la basada en la pólvora, impone la inevitable adaptación de la coraza (la fortificación) a la innovadora potencia de los cañones de artillería, que derribaban con facilidad toda muralla medieval, haciendo imposible la defensa. Ello unido a las circunstancias de la hostilidad de los habitantes del campo exterior (los futuros marroquíes) que ya empezaban a disponer de artillería. Téngase en cuenta que en el siglo XVI, cuando se acomete la edificación por los portugueses, el reino lusitano había decidido mantener solamente las plazas de Ceuta, Tánger y Mazagán como bases de apoyo para sus buques en el norte de África, desistiendo de mayores conquistas territoriales en el Magreb, dado lo extenso de sus dominios en América y Asia.

Hay que reconocer, por otra parte, que el “descubrimiento” de la puerta califal y las prospecciones realizadas desde entonces es lo que ha permitido apreciar la importancia que estas murallas tienen para los arqueólogos, estos exploradores de la ciencia histórica que tantas veces han cambiado las ideas sostenidas por los historiadores con anterioridad a sus descubrimientos y actuaciones en general. El trabajo desarrollado por el equipo a cargo de estas actividades en las murallas reales no solo está escribiendo un capítulo importante de la ciencia arqueológica sino que está dando a conocer Ceuta dentro y fuera de nuestras fronteras nacionales, generando noticias de una índole totalmente distinta a las que desafortunadamente nos tiene acostumbrados la prensa y demás medios, novedades positivas y que hablan bien y claro de la realidad de nuestra patria chica.

El campo que para la investigación ofrece esta Muralla Real es amplísimo, por lo que esperamos que la misma y el admirable equipo arqueológico que trabaja en ella nos siga dando satisfacciones tanto personales como colectivas.

Tras las muchas cuestiones presentadas y aclaradas por Fernando Villada, ilustradas con abundante material gráfico en soporte digital, el conferenciante dio por acabada su intervención agradeciendo la oportunidad brindada por la Casa para exponer sus hallazgos y deducciones, agradecimiento recíproco que expresó nuestro presidente, quien en esta ocasión, le ofreció una reproducción en bronce de los baños árabes de la avenida de la Marina Española. gesto que fue seguido por nutridos aplausos por parte de los asistentes que quedaron muy reconfortados con la conferencia Hubo un turno de preguntas y finalizó firmando en el libro de honor de nuestra asociación, tras lo cual De la Yeza dio por terminado el acto.


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