
El
lugar elegido el de los años anteriores, en el chalet del directivo Luis E.
Duro que lo ofrece para que nos reunamos todos cuantos quieren acudir a la
concentración y que lo hacemos al mediodía en ese lugar por más señas, “Villa
Lucas”.
El
día amaneció propicio para que se desarrollara como así fue de diversión y
descanso, donde antes del almuerzo hubo un “picoteo” de productos ibéricos
varios, regados con Rioja y Ribera de Duero pasando posteriormente a la
suculenta “gran paella” que preparo su artífice como en otros años, el Master
Chef “Pepito Blanes”, siendo su tamaño suficiente para dar de comer a todos los
congregados.
A
los postres con frutas del tiempo, siguió el café, los pasteles y tartas,
siendo en esta ocasión las señoras asistentes obedientes, al traer como se
indicó tan solo la repostería.
Hubo
baños en la piscina, tertulias, canciones caballas, algunos optaron para hacer
la digestión, dar una cabezadita, otros por jugar al dominó y las señoras por
unas partiditas a la lotería (la de toda la vida), denominada por los
anglosajones bingo.
Ya
a la caída de la tarde, aunque soplaba un leve viento de levante, por temor a
los dípteros que a esas horas hacen su aparición para molestar a más de uno, nos
fuimos retirando con la alegría de haber pasado un día de celebración de San
Antonio, en el recuerdo a nuestra Ceuta y ese día tan típicamente caballa, en
franca amistad y camaradería.
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