Bajo
este sorprendente título ha discurrido la conferencia pronunciada este jueves
dieciocho de octubre por D. José Luis Gómez Barceló encuadrada en la cuarta
jornada de la XVIII Semana Cultural.
Es
Gómez Barceló persona muy allegada a esta Casa, de donde es caballa de oro, y a
la que ha ilustrado en diversas ocasiones con su erudición y la amenidad que le
proporciona su fácil verbo y su dilatada experiencia como conferenciante. Su
condición de Cronista Oficial de Ceuta conlleva un extensísimo conocimiento de
las familias ceutíes a lo largo del tiempo y, en resumen, de la historia de la
ciudad como quizá ninguna otra persona contemporánea.
Su
exposición ha girado en torno a la figura de José Gabriel Vázquez-Varela
Borsino, el "pollo Varela" como era conocido en Madrid, un personaje
singular de la segunda mitad del
XIX/comienzos del XX, una verdadera estrella tanto de la crónica negra como de
la prensa rosa de su época, equiparable a uno de esas figuras que ocupan
páginas de periódicos, revistas del corazón e incluso programas de televisión
de nuestros días. Fue tan conocido en su día que aún hoy existe en Madrid la
ruta turística del pollo Varela. De familia bastante acomodada y enraizada en
La Coruña, nace sin embargo en Cádiz por circunstancias en 1866, pero muere en
Vigo, en 1915, tras su forzada estancia
en Ceuta.
Comenzó
Gómez Barceló presentando la situación de los comienzos del arte de la
fotografía en relación con Ceuta. Habló de los daguerrotipos y posteriores
calotipos(el primero de éstos en España
se realizó en 1848). La primera referencia a un estudio fotográfico en Ceuta se
remonta a 1864, con un tal Antonio Arrabal Alvarez. Luego aparecen, entre
otros, José Olivares, Luciano González, Tendero, y Gonzalo Casas Fontanals.
Para poder enmarcarlos en fechas existe la dificultad de no aparecer en los
censos por ser estos fotógrafos confinados en su gran mayoría. Otra dificultad
es la de que estos primeros fotógrafos-convictos una vez cumplidas sus penas se
volvían a la península en su mayoría. Debe tenerse en cuenta que la fotografía,
en sus comienzos, estuvo plagada de falsificadores, por lo que se comprende la
dualidad fotógrafo-preso. Así mismo, otros fotógrafos proceden en su origen del
mundo de la justicia, en donde esta tecnología siempre ha tenido gran
importancia, como es el caso de los Arbona y de los Rubio, conocidos fotógrafos
ceutíes.
El
caso de este "pollo Varela" es, pues, el de un señorito madrileño con
bastantes posibles pero cuya madre lo vigilaba controlándole el dinero dada sus
tendencias a la vida bohemia y a enredarse con faldas. En un primer suceso
parece que apuñaló a su progenitora por lo antes expuesto, pero ella atestiguó
que se había tratado de un accidente. Dos años después la buena señora aparece
asesinada pero el pollo tenía coartada : la de estar preso por un delito de
robo. Este es el famoso crimen de la calle Fuencarral, que tanto en el episodio
de tentativa como en el de fallecimiento fue aireado por la prensa madrileña y
nacional a toda página, cosa que al parecer le gustaba al individuo. No
obstante el caso se complicó por existir sospechas de que el director de la
cárcel, José Millán-Astray(padre del fundador del Tercio de Extranjeros)había
estado en connivencia con nuestro pollo Varela. Se montó un escándalo
considerable y Millán-Astray es cesado en Madrid y trasladado a Ceuta con el
mismo cargo(¿casualidades de la vida?)
Mientras
tanto, nuestro pollo contaba con el mejor abogado criminalista de la época,
Romero Robledo, ex-ministro del gabinete. Es el juicio del siglo, cuando se
emplea por vez primera la medicina forense. Es absuelto pero la criada paga el
pato siendo condenada a garrote vil, cabiéndole el triste récord de ser la
última mujer ajusticiada en España. Tras ésto, el pollo Varela continúa su vida
de depravación y es acusado de haber defenestrado a una de sus amantes con
resultado de muerte : es el crimen de la calle Carretas, otro suceso de gran
impacto mediático, pero esta vez ni Romero Robledo le libra de una condena de
14 años y 8 meses además de 8000 ptas(una fortuna de la época), siendo
destinado al penal de Ceuta. Es ya tan famoso que hasta Pérez Galdós habla de
él. Al cumplir las tres cuartas partes de la condena ya puede circular
libremente por Ceuta y monta su primer estudio, y como tiene dinero, se hace
con los mejores instrumentos y demás medios para nutrir su estudio, porque
durante los años de reclusión total parece que aprendió fotografía en los
talleres de la prisión. Parece que su fortuna a la sazón se establece en tres
millones de reales. Alcanza el éxito probablemente por su popularidad, aunque
sea debido a los crímenes que se le imputan, y logra la fama de ser el
fotógrafo de los niños. Se anuncia en prensa a escala nacional.
En
1910 vende el estudio de calle Duarte 5 a un tal J. Gálvez(otro convicto) y se
vuelve a la Galicia de su familia, donde sigue con su carrera exitosa de
fotógrafo muriendo en Vigo como ya antes hemos citado.
La
intervención de Gómez Barceló fue acogida con fuertes aplausos por una sala
llena de oyentes, recibiendo de manos del presidente de la Yeza un recuerdo de
su intervención y la expresión de su agradecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario