"127 AÑOS DE PRESENCIA DE LA
COMUNIDAD HINDÚ CEUTÍ",
este ha sido el título de la ponencia histórica presentada en la Casa de Ceuta
en Cádiz este viernes 22 de noviembre por el presidente de la Comunidad Hindú
de Ceuta, D. Ramesh G. Chandiramani, que estuvo acompañado en su exposición por
Dñª Sony Vandesh Lalwani, economista y miembro destacado de esta Comunidad.
Tras
el cuarto de hora de cortesía habitual, a las 19:45 dio comienzo el acto, que
contó con una audiencia relativamente escasa debido en gran parte a la pésima meteorología
existente en la localidad durante la jornada de este viernes. Como es norma, el
presidente De la Yeza presentó al conferenciante Sr. Chandiramani, así como a
la Sra. Lalwani, por más que ésta última no es la primera vez que pasa por
nuestra aula cultural para ilustrarnos acerca de las realidades de esta etnia
tan apreciada en Ceuta por el resto de los habitantes de la misma.
La
Comunidad Hindú es la tercera en importancia numérica de las cuatro presentes
en nuestra ciudad norteafricana y, por las características de su cultura, su
filosofía de la vida y su idiosincrasia es, probablemente, aquella con la que
la convivencia se hace más fácil. Su mentalidad abierta, las peculiaridades de
su religión hinduísta, proclive a la síntesis, ha facilitado desde el primer
día de su llegada a nuestra tierra la integración con la población de la misma,
especialmente con la comunidad mayoritaria, al menos en aquellos primeros
tiempos, que era la cristiana.
Ambos
ponentes señalaron que su etnia es la específica de la provincia Sind de la
región de Hyderabad, actualmente ubicada en Paquistán. Vienen a ser unos 6,5
millones los componentes de la etnia, de los que 4,5 millones habitan fuera del
subcontinente indio, mientras que el resto se ubica en la Unión India, a donde
tuvieron que emigrar a raíz de la partición de la India Británica en dos
estados, Paquistán e India, uno musulmán y el otro mayoritariamente hinduísta o
no-musulmán. Fue aquella fecha del 15.agosto de.1947 un día negro para aquella
antigua colonia británica, que desencadenó terribles matanzas además del éxodo
forzado de millones de personas, tal era la incompatibilidad existente en aquel
tiempo entre musulmanes y no-musulmanes en el subcontinente. Los que
abandonaron aquella zona asiática se dirigieron al Reino Unido en principio y
desde allí, una serie de ellos siguieron a Gibraltar y de la Roca pasaron la
mayoría al entonces Protectorado Español, Ceuta y Melilla, así como otros
siguieron hasta las Islas Canarias.
Seguidores
de Mahatma Gandhi, son partidarios de la no-violencia y practican el máximo
respeto hacia las demás religiones, lo que les ha valido un alto grado de
integración en las tierras de promisión a donde fueron llegando. Su indudable
éxito económico en todos sus nuevos hogares tras su éxodo, ello no les hace
olvidar el mismo ni la tragedia que lo rodeó, así como se esfuerzan en la
conservación de su dialecto y costumbres, lo que resulta cada vez más difícil
en el caso del primero. Señalaron su satisfacción por la existencia del templo
que mantienen en la ciudad, al que acuden chicos de los colegios de la Ciudad
Autónoma en visitas culturales, un lugar para la meditación y la ataraxia.
Al
término de la charla-coloquio que los conferenciantes quisieron que fuera, hubo
un interesante diálogo con los asistentes, acabando el acto con el intercambio
de pequeños recuerdos entre el Sr. Chandiramani y el presidente De la Yeza y la
firma en el libro de honor de la asociación de los ponentes, todo ello acogido
con fuertes aplausos de los asistentes, que salieron con la satisfacción de
haber ahondado mas en conocimiento de una de nuestras cuatro culturas que
conviven en Ceuta.