Este viernes 17 de febrero, la
Casa de Ceuta en Cádiz ha realizado la visita programada al Beaterio sito en el
numero 3 de la calle Valverde, perteneciente al casco histórico de esta plaza.
Así, a las 11:45 se llevó a cabo la concentración de los interesados en la
visita en el hotel Las Cortes, de la calle San Francisco, desde donde partió el
grupo acompañado por el investigador Sr. Belgrano, un pionero de la rama de la
Espeleología conocida como "Espeleología Urbana".
El referido numero 3 de la calle
Valverde es una casa originaria del siglo XVII(en su versión de la Edad
Moderna), edificio que pasó a manos laicas a raíz de la desamortización de
Mendizábal, siendo derribada a partir de entonces para dejar paso a un edificio
de viviendas de la primera mitad del XIX, construcción que es la que se
conserva en la actualidad.
Como es habitual en las casas
antiguas de Cádiz, que proliferan en el casco antiguo de la ciudad, al entrar
desde la calle se accede a un patio cuadrangular, del que parte la escalera que
lleva a los pisos habitados, pero en este caso, desde este patio es desde donde
se penetra en el Beaterio en cuestión, objeto de la visita, a través de un
estrecho corredor descendente con escalones de altura irregular. Este beaterio
tuvo la fortuna de sobrevivir al derribo de la casa antes citado, posiblemente
por ser lugar de enterramientos, que el dueño beneficiado por la
desamortización quiso respetar. Este lugar de carácter religioso comenzó su
andadura en 1633 y era lugar de culto y enterramientos de este tipo de
congregación religiosa que eran las beatas, organización distinta a las
monacales, cuya dedicación se basaba en dos votos a realizar por las profesas.
Era, por tanto lugar de oración (contaba con una diminuta capilla)y de última morada de aquellos miembros que
iban feneciendo. Parece que esta organización dejó de existir, o al menos
ocupar el lugar en cuestión, en algún momento del siglo XVIII en que, a partir
de entonces pasó a ser lugar de reunión de alguna célula francmasónica, uno de
esos productos típicos de este siglo ilustrado, dado que al fondo de lo que
anteriormente fue un aljibe para recogida de pluviales, se pueden ver restos de
símbolos eminentemente masónicos como "el ojo que todo lo ve"(como el
existente en los billetes del dólar USA).
Los nuevos usuarios de esta
catacumba vaciaron el agua que llenaba el aljibe y lo habilitaron para sus
reuniones y prácticas. La nueva construcción del XIX trajo consigo el tapado
del acceso y el olvido durante cosa de un siglo. A raíz del levantamiento de
1936 se rehabilitó en parte como lugar de refugio de partidarios de la
república, entre ellos algunos de los llamados "pacos",
francotiradores dedicados a hostigar a los vencedores de la lucha a que, en
Cádiz, dió lugar aquel enfrentamiento fratricida. No les libró por mucho tiempo
de la reacción de los sublevados, dado que las fuerzas regulares indígenas que
ocuparon la ciudad los detuvieron y pasaron por las armas finalmente, tapando
de nuevo el acceso al lugar.
Un interesante sitio de los
diversos que existen en Cádiz, sacado a la luz por este Sr. Belgrano arriba
citado, que sin subvención ni ayuda alguna está consiguiendo dar a conocer y
que se pueda visitar todo un mundo subterráneo cargado de historia, de esta
larguísima historia que arrastra esta ciudad trimilenaria. Lástima que el
desinterés de las administraciones correspondientes no facilite ni impulse
iniciativas que, como la citada, tanto interés deben tener para el desarrollo
turístico y cultural de la ciudad.