Alrededor de las 21:30 se
inició la concentración, esta vez en un lugar más céntrico que en ediciones
pasadas, con la intención de estar en zona menos batida por el poniente.
Ocupamos
el templete municipal cerca de modulo central de la playa Victoria con
enjaretado de la madera que aislaba de la arena que proporcionaba cierta
comodidad. Allí, con sillas de playa y algunas mesas de idéntico uso, se
comenzó a dar buena cuenta de las vituallas y bebidas diversas aportadas por
los congregados, en un grupo en esta ocasión mas reducido, seria por lo
fresquita de la noche.
Como en
todas las ocasiones precedentes, en todas las salidas de la Casa, una gran
bandera de Ceuta señalaba ostensiblemente que allí había un grupo de caballas,
en esta ocasión a conjurar la noche mágica.
Terminada
la consumición de las provisiones justo antes de la medianoche, se procedió al
ritual de escribir los papelitos con los deseos y quemarlos en un diminuto fuego
dispuesto en un pequeño hoyo, (pues sigue la prohibición de hacer fuego y
hogueras en esta playa), seguido de una mojada de pies en la orilla y
lanzamiento de piedrecitas hacia atrás y hacia el agua. Desde cualquier punto
de la playa se pudo contemplar los de fuegos de artificio llevado a cabo en el
histórico castillo de San Sebastián de la capital gaditana.
Una vez
terminado todo el ritual citado y tras tomar unos refrigerios en felicitación a
un “Juan” asistente, entre comentarios sobre lo acontecido, se recogió y
abandonamos la playa con un cierto pesar pero también, con la satisfacción de
haber cumplido con la tradición caballa... y ya hasta el año próximo, si Dios
lo quiere.
Con
la clausura de los talleres el próximo día 26 lunes, terminamos el segundo
trimestre y para el próximo aunque se reduce ostensiblemente el número de
ellas, esperamos tener los medios económicos suficientes para desarrollar
plenamente como nos place las actividades de mayor envergadura.
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