domingo, 28 de octubre de 2018

ESCRITO EN PIEDRA


Bajo este sugerente título, el arqueólogo municipal Fernando Villada Paredes ha pronunciado la conferencia correspondiente a la tercera jornada de la Semana Cultural.
Muy conocida en Ceuta, además de en otros lugares del territorio español, como en Italia, Portugal y Marruecos, es la personalidad de este linense trasplantado a Ceuta, licenciado en Filosofía y Letras por la UGR, que se considera un ceutí más tanto por su amor a la ciudad como por los treinta años que lleva trabajando en pro del patrimonio arqueológico de este enclave español en el norte de Africa.

No es la primera, sino la quinta vez que Villada Paredes  ilustra a los socios de esta Casa de Ceuta en la Bahía de Cádiz con sus profundos conocimientos y su fluida forma de exponer el resultado de sus prospecciones a lo largo y a lo ancho del complejo patrimonio del que se enorgullece esta ciudad tan especial, tan amada y tan añorada por todos los que tuvimos la suerte de nacer en su seno. No obstante, fiel a su inalterable protocolo, el presidente de la Yeza hizo la presentación del orador fundamentalmente para aquellos que pudieran no conocer a este gran caballa de adopción.
La presentación que en realidad fue en lo que consistió la conferencia, es la relativa a un proyecto llevado a cabo con la colaboración de Gabriel Fernández Ahumada, que ha requerido cuatro años de infatigable búsqueda de esa trazas de tiempos pasados que, como dice el título, están escritas en piedra. En piedra o en argamasa, porque, desgraciadamente, lo realizado por aquellos habitantes de Ceuta del pasado ha sido, en parte,  sobre este material  susceptible de deterioro por efecto de los meteoros y del inexorable paso del tiempo.
Comenzó Villada diciendo que el afán de dejar huella impresa en el escenario que le circunda ha sido una constante a lo largo del devenir de la especie humana, algo a lo que no se ha podido sustraer nadie, desde las cuevas prehistóricas hasta las calles de nuestras modernas ciudades. Arte o gamberrismo es la controversia que divide todavía a aquella parte de la sociedad que enjuicia el fenómeno del moderno graffiti. Pero esto del graffiti no es en absoluto moderno. Se puede rastrear a lo largo de la Historia, desde la antigua Pompeya, donde se han hallado graffitis que van de lo pornográfico a lo histórico, porque últimamente se han hallado huellas escritas que datan la erupción que arrasó Pompeya y Herculano tres o cuatro meses después de la fecha que hasta ahora se venía aceptando como la de aquel desastre, pasando por Hagia Sofia, en donde se han encontrado runas escandinavas en aquella catedral mayor del Imperio Bizantino, por no olvidar las dejadas por los soldados franceses de aquella famosa expedición de Napoleón a Egipto, en pirámides y demás monumentos dejados por aquella sorprendente cultura. Ni Lord Byron, ni Gustavo Adolfo Bécquer, ni el mismísimo MIguel Angel pudieron sustraerse del impulso de dejar sus nombres sobre la piedra que les daría una cierta inmortalidad.
Definió Villada las dos clases de trazas dejadas en piedra, que son por un lado los graffiti antes referidos y, por otro, las marcas de cantería, cada una de ellas con propósitos diferentes. Estas últimas se han efectuado durante el proceso de construcción de las edificaciones, y hacen referencia a instrucciones a seguir o datos a tener en cuenta por el conjunto de los constructores, mientras que los graffiti hacen alusión a problemas, deseos, añoranzas o preocupaciones de aquellos autores cuya huella todavía es visible aunque no sin dificultades. Así, por ejemplo, abundan los dibujos de buques, cosa lógica en un lugar aislado y casi permanentemente cercado como es el caso de Ceuta, donde comida, municiones, armas e incluso la vía de vuelta a la península, era(y sigue siendo)proporcionada por los barcos. Expuso Villada la nueva ciencia conocida como Gliptografía, que estudia todo lo referido, y que es disciplina en franco auge : estudia signos lapidarios, sobre soporte no previsto para contener símbolos ni mensajes, pero no aquello que no tiene por objeto transmitir un mensaje.
Esta iniciativa surgida en Ceuta está teniendo eco en diversos lugares tanto del suelo patrio como del extranjero, lo que es sin duda motivo de orgullo para todos los caballas.
El final de la disertación de Villada Paredes fue acogida con fuertes aplausos por la sala de conferencias de la sede, repleta de oyentes, dándole de la Yeza las gracias por su presencia en esta XVIII Semana Cultural y haciéndole entrega de un recuerdo de su presencia y actuación en la Semana.

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