miércoles, 24 de junio de 2015

NOCHE DE SAN JUAN...SIN HOGUERAS

 La noche del 23 al 24 del mes de junio celebramos como cada año en esta fecha y nos reunimos en la playa gaditana para mantener la tradición de esta famosa  noche, costumbre que compartimos los caballas con una amplia variedad de comunidades.
Alrededor de las 21:30 se inició la concentración, esta vez en un lugar más céntrico que en ediciones pasadas, con la intención de estar en zona menos batida por el poniente, al que llaman en Cádiz "el caletero" o también "viento de las caballas", viento algo más que fresco incluso para estas fechas, que tras la puesta del sol hace a más de uno agarrarse al jersey o cazadora.
Ocupamos el templete municipal cerca de modulo central de la playa Victoria con enjaretado de madera que aislaba de la arena que aunque proporcionaba cierta comodidad no resguardaba en realidad de ese viento sostenido que es la "ponientá".
Allí, con sillas de playa y algunas mesas de idéntico uso, se comenzó a dar buena cuenta de las vituallas y bebidas diversas aportadas por los congregados, que por lo inestable de la noche no llegamos ni a la veintena.
Como en todas las ocasiones precedentes, en todas las salidas de la Casa, una gran bandera de Ceuta señalaba ostensiblemente que allí había un grupo de caballas.
Terminada la consumición de las provisiones justo antes de la medianoche, se procedió al ritual de escribir los papelitos con los deseos y quemarlos en un diminuto fuego dispuesto en un pequeño hoyo, (pues sigue la prohibición de hacer fuego y hogueras en la playas), seguido de una mojada de pies en la orilla y lanzamiento de piedrecitas hacia atrás y hacia el agua y no se sabe si algún otro rito más o menos conocido. Las mojaduras se redujeron al mínimo ya que la noche no incitaba precisamente al baño. Desde cualquier punto de la playa se pudo contemplar la quema de fuegos de artificio llevada a cabo en el castillo de San Sebastián.
Una vez terminado todo el ritual citado, se recogió el equipo dispuesto y abandonamos la playa con un cierto pesar pero también, con el alivio de no seguir tan expuestos al fresquito meteoro que nos acompañó toda la velada. Hasta el año próximo, si Dios lo quiere.

Con esta actividad hemos terminado el segundo trimestre y para el próximo aunque se reduce ostensiblemente el número de ellas, esperamos os animéis asistiendo, pues son muy importantes las que desarrollaremos en esos tres meses.

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